Sócrates- afirmo departe de su parecer algo de las matronas pero algo diferente ya que el niño ejercía sobre los hombres y las mujeres el alumbramiento no es del cuerpo sino del alma. El dios me impone a ayudar a los demás a partir, no me permite que conduzca nada. En comparación con migo si algunos se muestran ignorantes con migo se asen maravillosos progresos a medida que me tratan y es porque el dios quiere fecundarlos. Los numerosos y bellos acontecimientos no habiendo hecho yo otra cosan que contribuir con el dios o acero contribuir.
A los que se unan a mi les sucede lo mismo que a las mujeres embarazadas que por la noche experimentan inquietudes más vivas que las ordinarias. Cuando veo alguna cuya alma no me parece preñada, cuando no tiene ninguna necesidad de mi trabajo con el mejor carriño en opropercionarle un acontecimiento y puede decir con el socorro del dios conjeturo feliz mente respeto por la persona. Por esa razón he colocado a prodigios y sabios en divinos personajes.
Mi querido amigo sospecho así como tu dudas que tu alma está preñada condúcete pues con migo, esfuérzate en responde en cuando te sea posible después de haber examinado tu respuesta claro que es un fantasma y no un fruto verdadero, y si te lo arranco o desecho no te enfades con migo. Yo nada hago que no sea por cariño a ellos y están muy distante de saber que ninguna divinidad quiere más a los hombres y que yo no obro así porque le tengo mala voluntad, si no porque no me es permitido en manera alguna en conceder como verdadero lo que es falso, ni tener la verdad oculta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario